viernes, 15 de febrero de 2019

La guerra de los mundos, de H. G. Wells

La guerra de los mundos

Autor: H. G. Wells

Edición 2005 (1898)

Editorial Sexto Piso

ISBN 9789685679381 

200 páginas

 

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H. G. Wells

  

Herbert George Wells (1866-1946) nació en el barrio londinense de Bromley, en el Reino Unido. Una beca le permitió estudiar en la Escuela Normal de Ciencias de Londres. Trabajó de contable, maestro de escuela y periodista hasta 1895, año en el que publicó su primera novela, La máquina del tiempo, donde ya aparecía la explosiva mezcla de ciencia, política y aventura que haría de sus libros un éxito. Desde su publicación pudo dedicarse en exclusiva a la escritura. Wells escribió más de ochenta libros a lo largo de su vida, entre los que destacan aquellas obras que contribuyeron a crear un género, la ciencia ficción: El hombre invisible (1897), La guerra de los mundos (1898) y La vida futura (1933), todas llevadas al cine en varias ocasiones. Además Wells escribió Kipps: la historia de un hombre sencillo, (1905) o La historia del señor Polly (1910), profundos retratos de su época; y novelas sociales como Tono-Bungay (1909) o Mr. Britling Sees it Through (1916). Tras la Primera Guerra Mundial publicó un ensayo histórico que se haría muy popular en el Reino Unido, Esquema de la historia (1920), así como la celebrada Breve historia del mundo (1922). El pesimismo y las dudas acerca de la supervivencia del ser humano en una sociedad que la tecnología no había sido capaz de mejorar impregnan sus últimas obras, por ejemplo, El destino del homo sapiens (1939) o 42 to 44 (1944).

 

 

Sinopsis

 

La guerra de los mundos narra por primera vez en la historia de la literatura un tema que será recurrente desde entonces y originará todo un subgénero dentro de la ciencia ficción: la invasión de la Tierra por extraterrestres procedentes de Marte. A través de esta fábula en la que ocupan un lugar central las descripciones científicas, las premoniciones sobre el futuro de la tecnología y los entresijos de la política, H. G. Wells nos habla sobre la vanidad y la seguridad ficticia de una humanidad autosatisfecha, y los peligros que acechan su supervivencia.

 

«Y aunque haya una demora, el final será el mismo. Hombres contra hormigas.»

 

 

Mi opinión

 

 En principio, esta lectura iba a ser un reto en el mes de diciembre, ya que se trataba del mes de los clásicos, y que celebraba Laky en su blog Libros que hay que leer.

Me apunté pensando que podría leérmelo pero con el poco tiempo que tenía y la proximidad de los exámenes de enero finalmente me fue imposible lograr el reto antes de terminar el año.

Aún así, no fue impedimento para disfrutarlo a ratos y pude acabarlo tras los exámenes.

 

 No puedo negar que antes de comenzar a leerlo ya sabía (mejor dicho creía saber) lo que me iba a encontrar en la novela; había visto la película que dirigió el mismo Steven Spielberg en 2005 y bueno, no tuve en consideración que había un lapso enorme de tiempo entre el año que Wells escribió la novela (1898) y el año en que se rodó el film.

 

Imaginaos a las puertas del siglo XX, donde podríais cruzaros por las calles de Londres con el propio Jack el Destripador o con, por qué no, Sherlock Holmes. 

El protagonista y un astrónomo descubren desde un observatorio que en Marte se ha producido una explosión y días más tardes avistan lo que parece ser un meteoro, que termina cayendo en el campo, cerca de Londres y de la casa del protagonista.

 

 

 

Éste advierte que se trata de un cilindro metálico proveniente de Marte y que en poco tiempo, los extraterrestres han construido una enorme máquina metálica con forma de trípode con el fin de exterminar a los humanos.

 

Siguen llegando cilindros desde Marte y nada puede con ellas, incluso el ejército británico es aplastado por estas máquinas de guerra marcianas. Arrasan todo por las zonas por las que se mueven, pueblos enteros devastados a causa de sus rayos calóricos que fulminan a cualquier forma de vida o construcción.

 

 

Mientras avanzan, el narrador va deambulando por las distintas villas intentando sobrevivir, conociendo a diferentes personajes que, alguna vez que otra, lo pondrán en situaciones en las que peligrará su propia vida.

La situación es alarmante: Londres y sus villas cercanas son desalojadas masivamente, miles de migrantes sin destino fijo, los "trípodes" aniquilan a la población más cercana a la vez que capturan a humanos para alimentarse de la sangre de éstos...

 

Tres semanas de batallas, saqueos, incertidumbre, miedos, y con un "inesperado" final que hace que nos demos cuenta de lo valiosas que son las pequeñas cosas.



 

Wells nos pone en situación describiendo detalladamente cada emplazamiento, aunque no de la misma manera para sus personajes. Supongo que le da más énfasis a la fábula en sí que a los protagonistas de la obra, pero no por ello son menos importantes. Simplemente los usa como instrumentos de narración.

 

Ha sido una lectura amena, dinámica y llena de acción, pero he de decir que al comienzo, tanto detalle de todo lo que ocurría hacía algo lenta su lectura. Todo ello estrictamente necesario para trasladarnos temporalmente a la época y podernos hacer una idea de aquellas máquinas de guerra marcianas.

Ya comenté que creía que sabía lo que me iba a encontrar, en parte es cierto pues la idea central de la novela es la misma que la de la película, pero me llevé una grata sorpresa al ir leyendo sobre el contexto de la época y la historia propia del protagonista (hay cosas que coinciden en la versión cinematográfica y otras que no).

 

El trasfondo de esta historia no es más que el reflejo de la sociedad victoriana sobre las colonias británicas en aquella época.

Hay un símil en cuanto a las máquinas marcianas que aplastan con sus trípodes todo ser viviente a su paso o la captura de humanos para sacarles la sangre y así alimentarse los alienígenas. Con ello, Wells critica los abusos territoriales con los pobladores de esas colonias.

Expresa que el hombre rebosa de supremacía y de seguridad sobre sus asuntos y territorios, sin ver más allá de sus propios horizontes, y que en cuanto las condiciones cambian y se ven amenazados emerge la falta de control, incluso llegando a la locura.

  Además, hace una comparación del hombre con la hormiga, pues si los humanos nos vemos atacados por fuerzas superiores alienígenas, de nada vale que usemos (en aquella época) todo nuestro arsenal, la rebelión es creada en vano pues no hay formas de protegernos. Y al igual pasa con las hormigas frente al hombre.


He disfrutado con la lectura y creo que es un clásico entre los clásicos, de obligada lectura.




Si lo habéis leído necesito opiniones, me gustaría saber si alguien ha interpretado la lectura de otra forma, sería interesante leerlas :)